Cómo la soledad afecta la salud de los adultos mayores



Son muy pocas las personas que por decisión propia deciden quedarse solas, ya que estar rodeados de más gente y sentirse importante para alguien es una necesidad innegable. Al respecto ya se han hecho investigaciones y se ha encontrado que la soledad es un problema grave de infelicidad que incide en la mortalidad prematura.

 

En momentos de tristeza, rabia o decepción muchas personas prefieren aislarse y buscar su tranquilidad en la soledad.

 

No obstante, llega un momento en que regresa la calma y con ella la necesidad de volver a sentir la compañía y el apoyo de todas esas personas que de una u otra forma motivan a vivir.

Lo triste es que algunas personas, sobre todo al llegar a la vejez, sufren de aislamiento por parte de su familia y seres queridos quedando muchas veces en completo abandono hasta el día de su muerte.

También está asociada con el deterioro de la salud mental y enfermedades cardiovasculares, hipertensión y demencia.

 

¿Cómo afecta la soledad a los adultos mayores?

 

Se estima que el 10% de los adultos mayores padecen de soledad maligna, es decir, aquella que compromete su salud físicay emocional.

De todos ellos, un 70% tiene un problema de salud grave asociado con la soledad, tanto en el campo psicológico como en el físico.

 

A nivel general, la soledad influye en la salud cerebral de una forma muy similar al estrés crónico. Ambos provocan una respuesta negativa del sistema endocrino e inmunológico, lo que a su vez hace que organismo sea más propenso a desarrollar diferentes patologías.

 

Lo más preocupante es que se estima que el problema de soledad de los adultos mayores va en aumento y en unos años se podría convertir en un problema de salud pública mundial.

 

¿Existe una solución?

 

Cuando el adulto mayor está en condiciones de soledad uno de los factores que desempeñan un papel determinante es el tipo de actividad social que tuvo durante el resto de su vida.

 

En este sentido, es más complicado darle tratamiento y apoyo a un anciano que toda la vida tuvo dificultades para socializar y que fue marcado por el rechazo, la desorganización o el temor.

 

No obstante, con un tratamiento personalizado y una intervención psicológica e, incluso, psiquiátrica, es posible dar solución a todas esas situaciones que en otros momentos de la vida no fueron resueltas.

 

Además, los grupos de apoyo, los servicios que ofrecen amistades, los grupos para la tercera edad y el solo hecho de tener una conversación con alguna persona durante el día puede contribuir a superar la soledad y mejorar la salud en muchos aspectos.